Cuxamin – Bando Innodriver
El proyecto vio la creación de una formulación a base de cobre en dosis ultrabajas para la estimulación de los mecanismos naturales de defensa de las plantas. Las fórmulas a base de cobre se utilizan habitualmente en la agricultura para combatir las enfermedades fúngicas de las plantas, pero en grandes cantidades este metal puede ser tóxico para las propias plantas. Además, los sulfatos de cobre, que constituyen la base de los plaguicidas, influyen en todo el entorno de los cultivos, depositándose en el suelo y alterando así el ecosistema.
Debido a la continua contaminación del subsuelo, por la acumulación de sustancias como cobre, plomo, cadmio, zinc, manganeso y níquel, la Comisión Europea ha revisado recientemente el uso de estas sustancias, estableciendo nuevos límites más restrictivos sobre las cantidades que pueden utilizarse. Por ello, Agridaeus quiso dar una respuesta a los nuevos límites reglamentarios impuestos al uso de pesticidas a base de cobre, invirtiendo en este proyecto para la formulación de un prototipo que permitiera reducir drásticamente las cantidades de cobre/hectárea/año (Cu/ha por año).
De hecho, a las dosis previstas para el uso de la formulación, sólo se distribuirían 30 g de Cu, con una reducción de 10 a 25 veces en comparación con las formulaciones actuales. Las pruebas experimentales realizadas en vides de Pinot Grigio, perales de Abate y tomates de mesa para el control, respectivamente, de Plasmopara viticola (agente causal del mildiú velloso) en el cultivo de la vid, y de Stemphyllium vesicarium (agente causal de la Maculatura bruna) en el cultivo del peral, han proporcionado resultados para los que se puede afirmar que el producto con bajo contenido en cobre ya ha demostrado su eficacia a una dosis de 50 ml/hl (equivalente a unos 16 g/ha de cobre metálico por tratamiento) garantizando un índice de protección del 73.5 – 94,9% en el caso de la vid, y del 55% en el caso del peral.
